Los edificios Passivhaus reducen hasta un 75% las necesidades de calefacción y refrigeración. La energía suplementaria requerida, se puede cubrir con facilidad mediante energías renovables, convirtiéndose en una construcción con un coste energético muy bajo para el propietario y el planeta.
Este estándar no supone el uso de un tipo de producto, material o estilo arquitectónico específicos, sino la optimización de los recursos existentes a través de técnicas pasivas y activas.
Un ejemplo de ellos es un buen factor de forma, que reduzca la superficie en contacto con el exterior para disminuir las necesidades de climatización. Una orientación correcta de las ventanas para aprovechar el calor del sol cuando están cerradas y la ventilación natural al abrirlas, el diseño de las protecciones solares que impidan un sobrecalentamiento en verano. La correcta hermeticidad para minimizar las pérdidas de energía por uniones mal resueltas, etc.
¡Si quieres conocer más acerca de este estandar y de sus beneficios no dudes en contactarnos!
De 1902 a la contemporaneidad, bien podria tratarse del título de una novela histórica o de un ensayo sobre los estilos arquitectónicos desde comienzos del siglo XX hasta la actualidad (...)